Reseña: «Game Over» de Engañando a Murphy

Por Carlos Brigo

En una noche de viernes, mientras las luces de la ciudad parpadean en el horizonte y el aire frío envuelve mis pensamientos, me sumerjo en el recién lanzado álbum «Game Over» de Engañando a Murphy. Como músico, productor, trabajador social e ingeniero en informática, mi mente está siempre en constante movimiento, y este disco me ofrece un refugio temporal donde puedo explorar nuevas sonoridades y experiencias musicales.

Antes de adentrarme en la crítica detallada de este álbum, es importante destacar el contexto en el que se sitúa Engañando a Murphy dentro del panorama musical chileno. Con influencias que van desde el pop hasta el indie, la banda ha labrado un camino propio en la escena local, atrayendo a seguidores con su enfoque fresco y enérgico.

Con dieciséis canciones que abarcan una amplia gama de estilos y emociones, «Game Over» se presenta como un proyecto ambicioso y cautivador desde el primer acorde. La introducción del álbum establece de inmediato un ambiente espacial y nostálgico, con referencias a los clásicos juegos de video de 8 bits que invitan al oyente a sumergirse en un viaje sonoro único.

Las primeras cinco canciones del álbum destacan por su enfoque en el pop bailable, impulsado por sintetizadores vibrantes y coros pegajosos que se quedan grabados en la mente del oyente. La producción es impecable, con una mezcla cuidadosamente elaborada que realza cada elemento sonoro y crea una experiencia auditiva envolvente.

A medida que avanza el álbum, nos adentramos en una serie de baladas emotivas que muestran un lado más íntimo y reflexivo de Engañando a Murphy. Las letras profundas y melancólicas se entrelazan con arreglos delicados, creando una buena mezcla entre lo sólido y tocando la vulnerabilidad que puede apreciar el oyente.

Sin embargo, a pesar de la calidad indiscutible de «Game Over«, no puedo evitar sentir que Engañando a Murphy se encuentra atrapado en una burbuja de influencia, especialmente evidente en su marcada similitud con la banda 1915. Si bien es comprensible que todas las bandas encuentren inspiración en sus predecesores, me gustaría ver a Engañando a Murphy explorar más allá de los límites de su estilo y desarrollar una identidad musical más única y distintiva.

En resumen, «Game Over» de Engañando a Murphy es un sólido y bien ejecutado trabajo que sin duda merece la atención del público. Con una producción impecable y una selección de canciones que abarcan desde el pop bailable hasta las baladas emotivas, el álbum ofrece una experiencia auditiva gratificante que seguramente resonará con una amplia audiencia.

Sin embargo, queda la sensación de que Engañando a Murphy aún tiene un potencial sin explotar que podría llevar su música a nuevas alturas. Con la capacidad de empujar sus límites creativos y explorar nuevas direcciones sonoras, la banda tiene el poder de dejar una marca indeleble en la escena musical chilena y más allá.

Recomendación: Recomiendo encarecidamente «Game Over» de Engañando a Murphy a cualquier amante de la música que busque una experiencia auditiva emocionante y cautivadora.

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